Los mensajes audiovisuales, provenientes de medios de comunicación y de las redes sociales tienen una alta potencia modeladora en la conducta y en diferentes tipos de hábitos, de la población joven de nuestra región.
Los jóvenes frente a los medios, pero muy especialmente ante la red están desprotegidos. Pueden acceder a infinidad de contenidos sin control parental. Las consecuencias de esta situación son temas como adicciones de consumo, desprotección frente a la manipulación por terceros, temas como grooming, retos, pedofilia, sexting, o manipulación (política o comercial), impacto en los hábitos de estudio y hasta impactos en su sociabilización.
Adicionalmente, la influencia mediática que puede ser ejercida por los medios de comunicación y por las redes sociales tiene el poder de orquestar cambios en el orden social imperante.
De allí la importancia que los Estados de la región diseñen y ejecuten políticas públicas educomunicativas que apoyen la protección y la formación mediática de nuestros adultos del futuro. La alfabetización mediática es un requerimiento necesario en un mundo cruzado por el influjo de los impactos mediáticos.
Eduardo Caballero Ardila